La empresa estadounidense Diamond Foundry invertirá 670 millones para construir una planta de fabricación de diamante en la localidad extremeña de Trujillo, y así aprovechar las 3.000 horas de sol que ofrece al año.
Existen dos métodos para para obtener los diamantes:
- Alta Presión, Alta Temperatura: partiendo de carbono o de una semilla de diamante en un líquido metálico, sometiéndolo a una alta presión y temperatura, consiguiendo así un diamante en bruto.
- Deposición Química de Vapor: el punto de partida es un gas o mineral rico en carbono que se deposita en unos reactores de plasma (cuarto estado de la materia), creando finas capas de diamante “obleas”, las cuales podrían ser usadas como semiconductores, por su gran dureza y conductividad térmica, producto altamente demandado debido al 5G y la fabricación de coches eléctricos, por ejemplo.
Este último método es el que se plantea utilizar en la fábrica de Trujillo. Ambos métodos necesitan alcanzar unas temperaturas muy elevadas, entre los 800 y 1600 grados, con su consiguiente coste energético. Por ello, han elegido la localidad de Trujillo y sus más de 3.000 horas de sol al año, ya que los reactores de plasma funcionaran gracias a una planta fotovoltaica de 120 megavatios que se construirá anexo a la fábrica.
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